FOTOPROTECTORES EN LA INFANCIA

La fotoprotección es esencial en la edad infantil. De hecho, las quemaduras solares experimentadas durante la infancia y la adolescencia son un factor de riesgo para melanoma en la edad adulta. 

Las medidas físicas, como gorros, sombrillas y camisetas son fundamentales en todos los niños, pero muy especialmente en los menores de 6 meses, en los que no se recomienda la exposición directa a la luz solar ni la aplicación de fotoprotectores. Existen gran variedad de fotoprotectores en el mercado, y gran cantidad de presentaciones, en forma de leche, crema, spray o loción, según las preferencias de cada persona. Deben renovarse de forma "generosa" y periódica tanto en niños como en adultos, y más frecuentemente tras los baños o en condiciones de mucha sudoración. En niños menores de 2-3 años y en aquellos con patologías cutáneas estarían especialmente indicados unos filtros llamados físicos o minerales, que actúan como una barrera física sin ser irritantes ni fotosensibilizantes. Además, estos fotoprotectores que tradicionalmente eran poco aceptados porque dejaban la piel muy blanca, han mejorado mucho en su forma de presentación, disminuyendo considerablemente este efecto.


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